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MARCELO ARGUELLES



Interview with

MARCELO ARGUELLES
PRESIDENTE DE LABORATORIOS BIO SIDUS

8 Junio de 2001
P-1: Sr. Argüelles, por favor explica a nuestros algo más acerca de la fundación de Bio Sidus en 1983 cuyo origen es el Instituto Sidus.

R-1: Sidus es un pequeño grupo de empresas que trabajan en el campo de la salud. El origen de la compañía en el mercado argentino se remonta al año 1938 cuando comenzó a funcionar como la típica empresa farmacéutica nacional. Nosotros crecimos junto con el mercado. Siempre quisimos que nuestra empresa se integre al mercado. La integración farmoquímica era importante en la década del ´70 porque observamos que las empresas italianas comenzaron a diferenciarse en la producción de drogas y materias primas para la industria. La capacidad y la inversión necesaria para el desarrollo farmoquímico eran realmente muy significativas ya que requerían una alta inversión y no había muchas probabilidades de éxito. A partir de esas premisas, visualizamos la oportunidad de crear un modelo de integración a partir de lo biológico. En aquella época, todavía no se hablaba de biotecnología. Por eso armamos un área que atendiera esa especialización dentro de Sidus. Argentina tiene una larga tradición de desarrollo en las áreas de las ciencias médicas y biológicas. Esto es consecuencia de que el país evolucionó mirando hacia Europa, principalmente a Francia con la escuela biológica. Argentina tiene tres premios Nóbel de ciencias, un caso atípico en un país con un grado de desarrollo como el nuestro. Los tres salen de las ciencias biológicas: Houssay, Leloir y Milstein. Nuestra idea se basaba en que este sustrato científico que teníamos como patrimonio nos permitía desarrollarnos independientemente en el campo biológico. El objetivo inicial era el desarrollo de un producto como el interferó mediante un método extractivo que surgió en Finlandia. Con el tiempo logramos armar una estructura biotecnológica que manejaba la mayoría de las técnicas de la biotecnología como la ingeniería genética y la purificación de proteínas. Nosotros queríamos obtener el interferón como elemento inicial. Entonces armamos una planta con ingeniería genética y purificación de proteínas. Quizás hubiera sido más rentable que nos dedicáramos a los diagnósticos en biotecnología porque tenían un acceso más rápido a los mercados y eran productos fáciles de aprobar. Esto fue mucho más complejo que un simple desarrollo en diagnóstico. Así surge Sidus. En el ´85, ya contábamos con edificio y diseños propios.

P-2: ¿En qué campos apuntaron el desarrollo de productos biotecnológicos en la Argentina?

R-2: En el campo de la salud, en primera instancia. Los productos target eran: interferón, eritropoyetina, factores estimulantes de colonias, formol en crecimiento y dos derivaciones más que son diferentes tipos de inteferones. El objetivo principal fue satisfecho porque estos siete productos están ahora en el mercado.

P-3: ¿Por qué no los desarrollaron para el campo de la agricultura?

R-3: Allí estamos presentes a través de una empresa llamada Tecnoplant. Estamos trabajando con el tema de las papas libres de virus, con el desarrollo de la caña de azúcar, yerba mate y los arándanos. Bio Sidus surge como el brazo de investigación y desarrollo de una empresa farmacéutica nacional. A lo largo de la historia farmacéutica internacional, esto se ha dado al revés porque los grupos de investigación han armado sus propias empresas y esas empresas fueron luego absorbidas por grupos farmacéuticos importantes. Una de las ventajas que ha tenido Bio Sidus fue la de contar con Sidus como un ágil introductor de sus productos. En el sector agrícola, que para nosotros tiene un potencial muy grande, se presentan dos problemas. Uno de ellos es que no tenemos el perfil que poseemos en farmacéutica. Por otro lado, no disponemos de una inmediata red comercial. Por eso nos cuesta mucho convencer a este público para que nos compren productos biotecnológicos para el sector agrícola. La realidad es que sólo se acercan las compañías nacionales y regionales. Aún así, creemos que es un proyecto importante. Por eso es que Tecnoplant ya es un proyecto independiente porque antes funcionaba bajo el ala de Bio Sidus. Nuestros objetivos están dispersos en tres campos: Salud, Agrícola o Salud Vegetal y Preservación de Medio Ambiente.

P-4: En Europa las opiniones de la mayoría de la gente son muy críticas con respecto a este tema. ¿Qué pasa en la Argentina? ¿Perciben a la biotecnología como un peligro o como una ventaja para el futuro de la humanidad?

R-4: Nosotros tenemos una participación activa dentro del Foro Argentino de Tecnología, que es una institución que fundamos hace ya 16 años. Esta institución es el parámetro rector de este tipo de discusiones. El debate está dado pero no tiene la virulencia que puede tener en Europa o en Estados Unidos. Quizás porque el país tiene un gran desarrollo agrícola y una enorme producción de los llamados transgénicos, de soja concretamente. Todavía no está instalada la problemática con la fuerza con que se instaló en otros países.

P-5: Monsanto utilizó fórmulas para la producción de la soja transgénica que no debería haber usado. Se exportaron algunos productos que fueron manufacturados bajo términos incorrectos. La prensa comentó esta información hace unas pocas semanas. Algunos pensaron que este tema podría perjudicar a la exportación de productos transgénicos en general ¿Cómo cree Ud. que se podrían evitar este tipo de casos en el futuro?

R-5: Yo creo que el tema de la problemática de los transgénicos es más política y comunicacional que científica. La realidad científica de este problema no tiene demasiada trascendencia porque en el campo de la salud humana es muy frecuente la utilización de proteínas hechas por combinación de las llamadas transgénicas. La gente las aplica en inyecciones intravenosas. No pasa nada. Entonces es poco sólido desde el punto de vista científico pensar que un maíz o una soja transgénicos pueden llegar a tener algún efecto de transformación genética. Existe una circunstancia de orden político porque algunos sectores del mundo, que están más atrasados en el desarrollo biotecnológico, pueden frenar su utilización para tener más margen para avanzar en el tema. Hay una concepción política de la defensa de los productos orgánicos que también están en juego. También existen ventajas económicas muy importantes del uso de productos transgénicos contra la utilización de herbicidas y fertilizantes. Nosotros defendemos los transgénicos. Por eso es que nuestra posición también es parcial.

P-6: ¿Cómo calificaría Ud. al marco legal y administrativo que existe en la Argentina para la investigación en el campo de la biotecnología?

R-6: Es bastante sólido. Existen dos organizaciones muy bien conformadas. Una de ellas se llama CONVISA y regula el tema de la salud. La otra regula los procedimientos agrícolas, ahora no recuerdo precisamente el nombre, pero hacen una tarea interesante de contralor que quizás no es del todo conocida o difundida. A veces la sufrimos porque demoran los ensayos y los procedimientos porque el método administrativo es un poco lento.
P-7: ¿Cuál es el potencial exportador de productos biotecnológicos hechos en la Argentina?

R-7: Nosotros creemos que tienen un enorme potencial. Los productos farmacéuticos, que forman parte de nuestro campo, tienen un gran potencial de desarrollo. Bio Sidus está facturando cerca de 50 millones de dólares. De esa cantidad, exporta el 65% a 30 países. Estamos trabajando desde hace seis años en la apertura del mercado chino. Allí entramos con un primer producto en el último semestre. A partir de julio de este año, vamos a presentar otro producto hasta el primer semestre del 2002 y otro en el segundo semestre del 2002. Nosotros visualizamos un campo muy amplio para el desarrollo de productos biotecnológicos argentinos. Además, esto coincide con la estrategia de desarrollo de Bio Sidus que tiene tres períodos fundamentales. Un primer período es el de la introducción de productos en aquellos países fuera del marco de patentes. Este es nuestro mayor logro ya que en este momento estamos presentes en toda América Latina, India, Turquía, Pakistán y el Líbano. La segunda etapa, consiste en la introducción de los productos en aquellos mercados en los cuales van cayendo patentes de cada uno de los productos biotecnológicos. Allí entramos con los que denominan genéricos tecnológicos. Esto es algo que surgirá muy próximamente. En el caso concreto de la epo, entra en patentes europeas en el 2004. La eritropoyetina aún está entre los cinco primeros productos que más facturan en el mundo. La tercera etapa es ya la obtención de moléculas y productos dentro del marco de patentes. Este es quizás el desafío más fuerte con el cual esperamos obtener buenos resultados. La guerra es mucho más despiadada en este campo porque estamos compitiendo con empresas internacionales de primer nivel. Nuestros productos también están compitiendo hoy con los de las principales empresas mundiales pero cuentan con dos premisas importantes: la calidad y los costos. En la Argentina, somos los líderes del mercado. También en Brasil, Colombia y Perú. Calculamos que vendemos más del 55% de eritropoyetinas en toda América Latina.

P-8: Estados Unidos y Europa levantaron las barreras para el ingreso de medicamentos biotecnológicos el año pasado. ¿Siendo una de las todavía muy pocas empresas en el mundo que pueden competir en este campo, qué significa en particular este mercado para sus futuras operaciones?

R-8: Bueno, tenemos un fantástico plan de negocios para los próximos 10 años. Estamos concretando un proyecto para abrir Bio Sidus a la oferta pública. Pensamos que esto se largará en un año y medio aproximadamente. De cualquier manera, vamos a necesitar una capacidad de evolución acorde con el potencial del mercado al cual podemos acceder. Las restricciones que tenemos en la Argentina se basan en los mecanismos regulatorios, la aprobación de los productos y la búsqueda de buenos partners. Nosotros somos una empresa farmacéutica pequeña pero podemos armar algunas alianzas estratégicas con varias compañías de distintos países que nos permitan tener una red comercial propia. Somos licenciatarios en algunos países como Brasil, México o Colombia. Allí tenemos partners locales que realmente son compañías muy importantes. Además, tenemos multinacionales que licencian nuestros productos. Los mercados a los cuales hoy tenemos acceso no representan más que el 15% del mercado global. Cuando se abran los mercados de Estados Unidos, Europa o Japón vamos a tener muchas más posibilidades que las que tenemos hoy. Por otro lado, el desafío también va a ser mayor.

P-9: ¿Cómo describiría en cifras el potencial de ese mercado?

R-9: Hoy se calcula que el mercado global de los productos biotecnológicos está en el orden de los 18 billones de dólares.

P-10: ¿Cómo será el perfil de aquellos socios o inversionistas que se unirán a Sidus en el futuro?

R-10: Es una buena pregunta porque no es fácil de definirlo. Además, depende del mercado porque si uno toma a Europa en su totalidad es un mercado equivalente al de Estados Unidos. Por otro lado, en Europa hay una gran cantidad de empresas de una magnitud media que pueden acceder a la distribución del producto en uno o dos países del continente y con buenos resultados. Si uno quiere llegar a un mercado como el de Estados Unidos, tiene que pensarlo con otra entidad porque las grandes corporaciones multinacionales no van a estar de acuerdo con nosotros. Tendríamos que buscar empresas medianas que tengan una buena capacidad de penetración de sus productos. La comercialización de los productos biotecnológicos, no es la misma que la de otros productos pertenecientes al mercado farmacéutico. La comercialización tradicional se basa en un visitador médico que ve al profesional, lo convence de sus productos y luego, éste los prescribe. En el caso de los productos biotecnológicos, el factor fundamental lo decide la seguridad social, el precio, el acceso, la compra directa o las licitaciones internacionales. Nunca es tan importante la influencia de la promoción médica. En algunas oportunidades, la experiencia que tengan las medianas empresas en la licitación de productos genéricos puede ser mayor de la que tienen empresas muy grandes. Eso les da una ventaja. Entonces, la definición que nosotros buscamos estratégicamente es que nuestro partner tiene que ser una empresa que conozca el mercado y que tenga experiencia en él. Al mismo tiempo, que sea lo suficientemente pequeña como para que tenga decisiones rápidas y lo suficientemente grande como para que tenga peso específico. Esa es la combinación ideal que estamos buscando para nuestros partners. Ya hemos tenido varias conversaciones e intentos de acuerdos. Hicimos acuerdos de colaboración científica para distintas formas de delivery de los productos.

P-11: Como Ud. sabe nuestros lectores son hombres de negocios y altos ejecutivos ¿Cuál sería su último mensaje hacia ellos?

R-11: Yo les daría una visión desde un país que está un poco aislado del mundo. Nosotros intentamos demostrar que la investigación, el desarrollo y las buenas prácticas de trabajo no son patrimonio exclusivo de los países del primer mundo. Los países en vías de desarrollo todavía tenemos ganas y posibilidades de demostrarlo. Sería útil que esto se viera con buenos ojos porque no es beneficioso para la humanidad que el conocimiento se concentre en una pequeña cantidad de países y de empresas. Cuando yo le comenté acerca de las tres estrategias de Bio Sidus, la tercera que es la de desarrollo de productos bajo el marco de patentes, está centrada fuertemente en la investigación de productos útiles para el tercer mundo como para el mal chagas, la tuberculosis o el dengue. Lamentablemente, las grandes compañías multinacionales no hacen esto. Nosotros tenemos chances de acceder a esos mercados y, de alguna forma, tenemos el know how para darles soluciones. Al mismo tiempo, tenemos buenas relaciones con otros países del tercer mundo para colaborar con los grupos de investigación locales en la consecución de esos resultados. Sidus tiene una fuerte política de acercamiento con las alianzas estratégicas. Desde 1988, tenemos una alianza sólida con Merck que es una de las primeras empresas farmacéuticas del mundo. Compramos una planta de Merck y fabricamos productos para ellos. Seguimos teniendo una relación que duró hasta ahora y que seguirá siendo fuerte. Hacemos co-marketing con Merck para la Argentina y el Paraguay. Esto demuestra que las alianzas nacionales y regionales son viables.

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© World INvestment NEws, 2001. This is the electronic edition of the special country report on Argentina published in Forbes Global . October 15th 2001 Issue.