P-1: Sr. Mendiguren, ¿A qué entidades agrupa la UIA, cuáles son sus objetivos, y qué prioridades tiene para su gestión que empezará en unos pocos días?
R-1: La Unión Industrial Argentina es una institución que tiene más de 120 años. Fue fundada por Carlos Pelegrini, que fue un presidente argentino que promovió el desarrollo industrial en el siglo pasado. Esta entidad representa a todos los sectores industriales de la Argentina. Su representatividad esta dividida mitad por los sectores industriales de la Argentina (papel, automotores, hidrocarburos) y la otra mitad está representada por las regiones territoriales del país. El objetivo de la entidad es representar los intereses industriales ante las autoridades nacionales y ante entidades similares del mundo como la Confederación Nacional de Industriales de Brasil. Además, la entidad está dividida por departamentos que básicamente atienden los aspectos más importantes de la actividad industrial argentina. Uno de ellos es la integración de la Argentina en el mundo y atiende aspectos como el ALCA, MERCOSUR y Unión Europea. Otros Departamentos importantes son el Departamento de Economía, el Departamento de Economías Regionales, el Departamento de Pequeñas y Medianas Empresas, el Departamento de Energía, el Departamento de Tecnología y Medio Ambiente. El objetivo de mi gestión es, fundamentalmente, instalar un debate profundo para lograr consensos sobre la necesidad de crear un proyecto de Nación, que nos posibilite rediseñar la inserción de Argentina en el mundo. Los últimos 10 años de transformaciones económicas tuvieron como objetivo estratégico precisamente no tener estrategia. Nuestro ex canciller, Guido Di Tella, siempre decía que la mejor estrategia para el país era la falta de estrategia. Por otro lado, la mejor política industrial era justamente no tener ninguna política. La Argentina debía presentarse ante los mercados y permitir que ellos establecieran cuál era la mejor visión estratégica para el país. Nosotros no compartimos este criterio. Creemos que los países que son exitosos en el marco del mundo globalizado son aquellos que previamente han podido crear los foros necesarios para discutir y consensuar un proyecto con identidad nacional. Para esto la Argentina, si no quiere ser objeto de los países que tienen la iniciativa, debe diferenciarse en algo. De esta manera la integración será recíproca. Sólo así podremos participar de ella en forma activa.
P-2: Hace unos días se realizó la Cumbre de Québec, donde se debatió sobre el futuro del ALCA. ¿Cuál debería ser la posición de la Argentina con respecto al ALCA? ¿Qué exige Usted en este sentido del actual gobierno?
R-2: Yo creo que antes de hablar de la integración con el ALCA, MERCOSUR o la Unión Europea, la Argentina tiene una imperiosa necesidad de resolver el problema de su competitividad. La política económica de estos últimos años causó una pérdida de competitividad muy grande en detrimento de los sectores productivos. Esto determinó que el país volviera a ser un productor primario. La Argentina se ha convertido en un país exportador de materias primas e importador de todo lo que es valor agregado. Argentina exporta algodón a Brasil e importa los hilados y los tejidos. Argentina exporta el cuero a Brasil e importa los zapatos. Argentina está exportando alrededor de 300 dólares promedio la tonelada e importa a un promedio de 1.500 dólares la tonelada. A tal punto llegó la crisis que la Argentina, siendo una gran productora de papas, importa el 90% del puré de papas que consume el mercado interno. Argentina es una gran productora de alimentos. Tiene problemas de desocupación y subocupación. Cerca de un 30% de su población económicamente activa está padeciendo estos problemas. Además, muchas empresas se han trasladado a Brasil. No hay inversión en los sectores productivos por la falta de competitividad y por los altos costos internos. Es imposible producir en la Argentina de hoy. Si Argentina no resuelve este problema, no puede integrarse con nadie. El Ministro Cavallo ha puesto ahora el acento en este inconveniente de la competitividad pero se necesita también un debate en el ámbito privado sobre cuál debería ser nuestra estrategia con el ALCA. En el ámbito oficial, se han reunido pequeños equipos que han teorizado sobre esto pero ni siquiera han tenido una interrelación con el sector privado.
P-3: Brasil - en contraposición con Domingo Cavallo, pero en acuerdo con Adalberto Rodríguez Giavarini - quiere negociar la integración en el ALCA desde el MERCOSUR, porque teme ser simplemente proveedor de materia prima y de obra mano barata, si no se negocia desde una posición de fuerza.
R-3: La posición de la Argentina no está lo suficientemente madura ni estudiada ya que refleja una definición de los funcionarios públicos involucrados más que un consenso con el ámbito privado. Los funcionarios públicos cambian con los Gobiernos pero el sector privado es el que permanece. Esta faltando esta alianza. No es que Brasil esté en contra del ALCA sino que tiene una posición clara, compartida por los industriales argentinos. Brasil tiene la voluntad de no resignarse en el ALCA a ser proveedor de materias primas. Norteamérica, jugaría el rol de brindar la tecnología, las patentes y el valor agregado. Brasil pide tiempo porque quiere lograr una industria manufacturera tecnológicamente competitiva para aspirar a disputarle ese mercado a los países desarrollados. Hay una estrategia detrás de esto. Por eso está forzando un proceso muy fuerte de industrialización y está subsidiando la radicación de empresas. El Banco Nacional de Desarrollo de Brasil cuenta con una cartera de 70.000 millones de dólares para otorgar créditos a la transformación de las empresas. Chile también generó un ámbito de debate y sabe lo que quiere del ALCA. En nuestro país no se generó este debate. La integración con el ALCA nos tendría que permitir elevar el nivel promedio de nuestros salarios y que la variable sea agregar valor y no bajar los costos. Tenemos que prepararnos para eso. Este consenso necesita también de un modelo de impacto económico y de estudios que analicen esta situación.
P-4: El ministro de Economía, Domingo Cavallo, lanzó la llamada Ley de Competitividad. Una de las medidas contempladas en el plan fue un aumento del 30% en los aranceles aplicados a la importación de bienes de consumo y una rebaja al 0% para los bienes de capital ¿Qué piensa Usted de estas medidas?
R-4: Lo que ha hecho Cavallo es poner en el centro de la escena la resolución de problemas que hasta ahora la Argentina negaba. La moneda argentina estaba sobrevaluada pero era un tema que se negaba porque nadie sabía cómo resolverlo. Cavallo fue el autor de la convertibilidad y lo reconoció. Cuando el Plan de Convertibilidad se sancionó en el ´91, se establecieron tres requisitos para que pueda mantenerse: el primero era que la Argentina no tuviera déficit fiscal, el otro era que los productos y servicios no aumentaran de precio y el tercero era que los sectores no transables de la economía bajaran sus precios entre un 20 y un 25%. Pasaron 10 años, y cuando miramos lo que ocurrió, nos damos cuenta de que hubo déficit fiscal y se duplicó. El sector servicios que debía bajar sus precios en un 20%, los aumentó en un 104%. Los sectores productivos y manufactureros, aumentaron los precios en un 9% en este período. Además, el costo del capital se convirtió en un insumo caro porque las pequeñas y medianas empresas pagaban cuatro veces la tasa internacional. Por todo esto, se produjo una distorsión de precios relativos en detrimento de los sectores productivos. Cavallo reconoce que la Argentina tiene ahora un problema de competitividad. Hasta ahora, el país afrontaba la deflación de precios pero sin éxito porque bajaban los precios pero los costos eran imposibles de bajar porque las tarifas públicas, por ejemplo, se ajustan al dólar americano y a la inflación americana que tiene que ver con nuestra economía. Lo único que era factible de depreciar y bajar eran los salarios. Existió una baja de salarios pero sin la baja correlativa de costos. El salario perdió poder adquisitivo porque los costos de los servicios, la educación, la salud y el sector financiero no bajaron. La gente fue perdiendo su empleo y con ello la capacidad de compra. Cayó la demanda interna y la Argentina entró en una recesión sin precedentes en la historia. Esto produjo una pérdida tremenda de la competitividad. Aun así, a ciertos sectores de la economía les ha ido muy bien. | P-5: El Ministro de Economía, Domingo Cavallo, pronostico que la ley de competitividad iba a eliminar la evasión de capital, como la ley de convertibilidad eliminó la hiperinflación ¿En este sentido, haciendo un paso mas adelante, cuáles son sus sugerencias para una reforma del sistema tributario, que se caracteriza por su alta tasa de evasión, baja recaudación y altos impuestos al consumo?
R-5: Nosotros creemos que la Argentina necesita una reforma impositiva integral. El sistema ya no resiste más parches. Debe haber un nuevo sistema tributario que tiene que ser simple y estar compuesto por pocos impuestos no evadibles pero, fundamentalmente, tiene que estar orientado a la promoción de los sectores productivos de la economía. La actual estructura tributaria tiene un claro sesgo antiproductivo. En la Argentina, se grava la renta productiva y no la renta financiera. Además, todos los países tratan de premiar la reinversión de utilidades con tasas diferenciales. Eso no se da en la Argentina.
P-6: ¿Qué cree Usted que se debe hacer para que las multinacionales reinviertan en el país las ganancias obtenidas?
R-6: Tendría que bajar la tasa del impuesto a las ganancias. No es lo mismo la utilidad que se cobra que la que se reinvierte, que es a una tasa menor. Además, la Argentina no grava la transferencia de paquetes accionarios. Aquel que compra una empresa argentina sale beneficiado porque no esta gravada la diferencia que existe entre el precio de compra y el de venta de un paquete accionario. Otro tema importante es la libertad absoluta en el ingreso y egreso de divisas. No hay ningún impuesto especial por el giro de los dividendos. Uno puede cobrar los dólares y girarlos.
P-7: ¿Aumentará la tasa de exportación argentina con las medidas anunciadas por Cavallo?
R-7: La pregunta clave es si la política que implemente Cavallo logrará mejorar la competitividad de la economía. Si esto sucede, la Argentina tendrá una gran capacidad para aumentar la tasa de exportación. Hoy tenemos el parque industrial más moderno de los últimos 50 años. Tenemos condiciones de management para la producción, equipamientos modernos para exportar con calidad y a precios lógicos. Aún así, la Argentina necesita mejorar los precios, bajar el costo de sus servicios y también el costo financiero para que sea accesible exportar. El trámite de devolución del impuesto a las exportaciones es muy lento en la Argentina. Otro obstáculo lo constituye el fortalecimiento del peso a la par del dólar. Los Estados Unidos han tenido un ciclo económico brillante y nuestra moneda está atada a la de ellos.
P-8: ¿O sea que tiene varias expectativas con respecto a la modificación de la convertibilidad argentina?
R-8: Este es un tema importante a futuro porque no va a hacerse ahora. Tenemos un 33% de revaluación de la moneda con respecto a países como Alemania, España o Francia. No existe ninguna modificación en la economía real que justifique esta revaluación. El dólar se ha fortalecido acompañando la evolución de la economía de los Estados Unidos. Esto hace que el comercio exterior hacia Europa haya mermado. Europa nos vende productos y alimentos que nunca antes nos vendió y nosotros no podemos venderle productos que siempre les vendimos. Esta es una situación que no fue prevista por Cavallo cuando delineó el Plan de Convertibilidad. Si lo hubiese pensado, estoy seguro que hubiese inclinado por un esquema más flexible.
P-9: Parece que el sector industrial está a favor de Cavallo y el sector financiero se está oponiendo a su gestión. Al principio de los años ´90 fue al revés ¿Es correcta mi apreciación?
R-9: Para que la Argentina vuelva a crecer es necesario corregir el problema de su competitividad y el gran desequilibrio que tuvo nuestra economía. Por lo tanto, hay sectores que necesariamente se van a ver afectados. El sector financiero tiene intereses que se resisten al cambio. No quieren prescindir de los privilegios que han tenido estos años. Si esto no se modifica, el problema no podrá resolverse. El sector financiero es muy sólido en nuestro país pero el costo es tal que no permite financiar la producción y el crecimiento de la Argentina. Este es un caso único en el mundo.
P-10: Sr. Mendiguren, una ultima pregunta dirigida directamente a nuestros lectores. ¿Qué oportunidades de negocios encontrarán en los distintos sectores industriales argentinos?
R-10: Argentina tiene excelentes oportunidades en la industria agroalimenticia, la industria de la celulosa y el papel. Las economías regionales tienen importantes nichos como con el tema del vino, el sector petroquímico y de hidrocarburos, las cuencas gasíferas, el sector energético y el minero. Además, Argentina tiene insumos como algodón, cuero y lana. Tenemos excelentes recursos humanos, en marketing, comunicación e indumentaria. La pesca se está recuperando de un período de explotación muy irracional pero tenemos kilómetros de costa espectacular. Este un sector fuerte que se explotó mal. El sector siderúrgico está en una etapa de esplendor y está exportando bien a los Estados Unidos. Hay que recordar, además, que las primeras inversiones que llegan al MERCOSUR desembarcan en la Argentina porque tenemos una mayor previsibilidad económica, mejores niveles de técnicos y de mano de obra. El turismo es un sector que tiene y tendrá un gran potencial de desarrollo. Tenemos la Patagonia, Cuyo, Cataratas, montañas y turismo urbano en Buenos Aires. Aún así, el sistema hotelero argentino no está lo suficientemente preparado para recibir este tipo de turismo. Argentina es un país caro. Si estuviera más barato, la corriente turística aumentaría. Tenemos confianza en que vamos a corregir el problema de la competitividad.
NOTE: World Investment News Ltd cannot be held responsible for the content of unedited transcriptions. |
