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HOTELES QUINTA REAL |
Entrevista con
Don Francisco Martinez Martinez,
Presidente Honorario Vitalicio
México, a 14 de junio del 2000
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¿A qué se debe que hace 15 años, con la inauguración de este hotel en Gudalajara comenzara la gestación de la cadena Quinta Real como hoy la conocemos?
Yo tengo la impresión de que México, como país, posee enormes atractivos para el turismo. México es un país con nombre propio, con rostro único y quizás uno de los países más atractivos para viajar en el continente americano. Esto se debe a que de la cultura precolombina en Mesoamérica, es la parte más rica que existe. También tenemos la parte de la época virreinal, que duró 330 años que dejó muy importantes formas de cultura e integración. Aquí no se arrasó con las culturas precedentes, hubo una mezcla donde se acabaron fundiendo dos culturas de orígenes muy distintos. Adicionalmente, México, por su situación geográfica, tiene un sinnúmero de playas, de micro-climas, y eso permite darle una riqueza étnica en términos musicales, culturales, arquitectónicos, incluso en comida. Es un país, por comparar, muy diferente a Estados Unidos. Si voy a San Diego, espero que las Mc Donald's sean iguales ahí y en Boston. Y aquí, cada estado tiene su comida, su música, su folclore, su artesanía, sus trajes típicos que le dan un valor agregado y un atractivo al viajero que quiere conocer. De tal manera que me pareció que hacer un hotel que viera hacia nuestro pasado, que viera hacia nuestra cultura, que resaltara nuestros artesanos, me pareció que era una buena idea presentar a México lo que yo llamé en la construcción "un México nuestro". Con eso empezamos y afortunadamente hemos tenido un buen desempeño.
Efectivamente, ha probado ser una fórmula exitosa y, como usted decía, uno de los objetivos era el tratar de recuperar determinadas formas de expresión mexicana. ¿En qué medida el concepto Quinta Real está promoviendo la creación o el desarrollo de esas expresiones del arte local?
Nosotros creemos que ningún país es igual a otro y que, como ciudadanos del mundo, debemos conservar las tradiciones, culturas, arquitecturas propias de cada parte. A mí me gusta que cada país sea diferente uno de otro y que uno no sea copia del otro. De tal manera que no pretendemos hacer de estos hoteles algo repetitivo sino que cada uno de ellos sea original. Y creemos que cada ciudad de México, como cualquier ciudad del mundo, es diferente. Pretendemos que cada uno de los hoteles lleve materiales propios de la región, que se adapte a las circunstancias de clima, de altura. Que se adapte a la propia vegetación, no importamos plantas de otros lados. Tratamos de que parezca un viejo miembro de la "zona anciana de la ciudad" y no una incrustación que le es ajena. A mí me preocupa mucho que grandes culturas y monumentos en aras de "cultura" han sido destruidos y que la humanidad está pasando como Atila, silenciosos, destruyendo lo que nos legaron otras generaciones. Yo no me siento depositario del mundo. Yo solamente siento que mis padres nos prestaron este mundo y que tenemos que entregarlo en las mejores condiciones a las siguientes generaciones. Y a veces veo con gran preocupación cómo estamos pasando como los grandes depredadores.
Actualmente, Hoteles Quinta Real esta presente en siete poblaciones diferentes. ¿Que criterios se adoptaran en la selección de esas ciudades y qué planes tiene de extender Quinta Real a otras nucleos de población?
Yo creo que nosotros hemos intentado hacer una hotelería honesta. "Honesta" no consiste solamente en hacer edificios de buena calidad, de 5 estrellas, sino que también el servicio sea de 5 estrellas. Nadie ha nacido en este mundo para pasar como una persona invisible. Todo el mundo quiere ser conocido, si es que no reconocido. De tal manera que lo que queremos hacer es que cuando alguien llegue a uno de nuestros hoteles sienta y pueda decir, "esta es mi casa lejos de casa". Más que hacer un hotel pequeño, quisiéramos hacer una casa grande, y de esa manera que la gente se sienta gratificada y vuelva con nosotros. También creemos que los hoteles tienen que guardar su propia fisonomía de manera que el cliente los recuerde con certeza. Con mucha frecuencia los hoteles han sido tan iguales que ya no sabe uno en qué hotel estuvo en ciertas ciudades, si fue el Sheraton o el fulano. Queremos que ningún hotel de nosotros se confunda con otro. ¿Qué hemos escogido? Pensamos que hoteles en el interior de la república fue nuestro inicio, no sin problemas. De hecho, perdimos dos hoteles porque nos equivocamos. Yo pienso que el buen empresario no es el que gana todas, sino que la suma de aciertos contra sus errores sea superior. Siento que nos hemos equivocado perdiendo dos hoteles porque hicimos estudios mal hechos y eso tuvo como consecuencia que los tuviéramos que perder.
Tenemos hoteles en siete ciudades del país: Guadalajara, Zacatecas, Puerto Vallarta, Aguas Calientes, San Luis Potosí, Monterrey, Huatulco y Acapulco. También hicimos uno en la Cuidad de Guatemala, en Centroamérica y también construimos otro en Lima, Perú. De tal forma que creemos que nosotros podemos hacer una buena hotelería de alta calidad competitiva, particularmente en Latinoamérica, pero lo que más nos interesa es hacer hoteles de buena calidad en la parte del sur de los Estados Unidos.
Hoteles Quinta Real están diseñados para satisfacer las necesidades del hombre de negocios. En este sentido deduzco que abrir un Quinta Real en México D.F., en tanto que verdadero escaparate para el resto del pais, debe figurar entre sus ambiciones ¿Observa usted algún conflicto en tratar de alcanzar esa armonía cultural y esa "casa grande" y el entorno que ofrece el D.F., o todo lo contrario?
Yo creo que el sueño para Quinta Real sería hacer un hotel en la Ciudad de México. Hemos hecho varios intentos y no hemos podido cristalizarlos. Déjeme platicarle algo que me mueve mucho. En tiempos pasados un famoso alemán, El Barón de Von Humboldt, vino a la capital y cuando la vio la llamó "La Ciudad de los Palacios" porque realmente había fincas coloniales muy importantes. Yo he pensado que si algún día vamos a México, deberíamos intentar hacer un palacio de hotel. Efectivamente, la Ciudad de México es una ciudad grande, pero creo que por esa razón sería más justificación hacer una especie de oasis, un remanso de paz, de tranquilidad, de bienestar, de tranquilidad, para aquella agente que después de un día muy agitado de negocios, turismo, o cualquiera sea el motivo de su visita, pueda regresar a un hotel donde se sienta protegido, descansado y donde su privacidad sea muy tomada en cuenta. Pienso que al contrario, en una ciudad de esas, el éxito estará en que podamos dar un ambiente opuesto al bullicio que existe.
Usted comentaba que uno de los elementos fundamentales en la industria hotelera es la calidad de servicio y la atención. ¿Qué políticas siguen ustedes respecto al personal que atiende a quienes se alojan en sus hoteles?
En México, eso no es fácil porque la cultura del servicio no se tiene. México, como país, fue muy trastocado en la Revolución Mexicana que fue donde se perdió la oportunidad de una educación continuada. Yo creo que el gran progreso y la puesta en serio a largo plazo de cualquier país es la educación. Yo digo que la educación es donde se siembra patria y si usted ve nuestras universidades, nuestros centros de estudio, todos son nuevos porque fueron cerrados durante el periodo de la revolución. Tenemos muchos problemas porque la gente que viene a trabajar, más que una participación académica, tiene una necesidad real de supervivencia. Entonces, tenemos que darle un entrenamiento lo más profundo posible para que posea habilidades. Nuestro problema más serio es que entrenamos gente y la competencia nos lo quita porque sabe que los que trabajan en nuestra compañía tienen una mejor preparación que otras compañías. Esa es la lucha por un lado, pero por otro lado es una satisfacción que estemos haciendo escuela. Porque como he dicho: es mucho más fácil pegar ladrillos con armonía y con belleza que dar un servicio profesional. La hotelería es un negocio de servicios, no de ladrillos y ahí es donde todavía tenemos mucho por hacer.
Como usted decía, hay un Quinta Real en Guatemala, que además se está enfocando al creciente numero de hombres de negocios provenientes de los EE.UU. y El Salvador. ¿Cree que el concepto que puede triunfar en Latinoamérica es extrapolable a los Estados Unidos?
Pienso que Estados Unidos es un país muy cosmopolita. Si va a Nueva York, por decir, va a encontrar lo mejor del mundo. Si quiere comida turca, vestidos o telas de la India, de Hong Kong o Australia, lo encuentra. Estados Unidos no es un país que nació por gente aborigen sino por emigrantes de todas partes. Creo que Estados Unidos fue un país de pocas estrellas que fue aglutinando a más estrellas. Pero una parte muy importante de los Estados Unidos fue algo que fueron adquiriendo y sus orígenes eran de otras culturas porque la verdad es que México no solamente eran 4 estados (la venta por Santana), llegábamos hasta Wyoming, la Florida fue nuestra. Llegábamos hasta lo que era la Nueva Francia, etc. Entonces, va uno a esos países y con mucha frecuencia ve nuestra arquitectura, en muchos casos cierto hábitos de comidas que son muy nuestros también y no lo sentiría como un "choque" arquitectónico o cultural. Sentiría que un hotel QR iría muy bien en La Florida, California, Santa Fe, San Antonio, de hecho nos invitaron a hacer un hotel en esa ciudad. Y pienso que también sería un reto ir a otras latitudes porque, al final de cuentas, no estamos haciendo monumentos arquitectónicos. Estamos queriendo una compañía de negocios, exitosa, de clase mundial y competitiva. Para mí, la competencia no son los hoteles que están en esta ciudad, o inclusive en este país sino los mejores hoteles del mundo. Contra ellos quiero competir. Y quiero comprobar que hay mexicanos que queremos pagar el precio por hacer hoteles de clase mundial.
Quinta Real, figura dentro del concepto de "Summit Hotels & Resorts". ¿Cuándo comenzó este acuerdo y con qué objeto?
Es una larga historia, voy a tratar de resumírselo. Estando yo en mi oficina, un día llegó el Sr. Johnson, Chairman de Ritz Carlton y me dijo, "Sus hoteles perfectamente podrían ser Ritz Carlton, ¿por qué no me los da a operar?". Le contesté, "Su proposición es muy simple, vamos a pensar en algo más elaborado". Y habíamos llegado a la conclusión de que podíamos hacer la mejor hotelería de Latinoamérica. Si las ciudades demandaban un hotel de primera categoría y los estudios de mercado indicaba que tenían que ser más de 200 cuartos, el hotel se llamaría " Ritz Carlton & Quinta Real Hotel", si el hotel era menor de 200 cuartos, se llamaría " Quinta Real & Ritz Carlton Hotel". Y estábamos en eso cuando el señor Johnson tuvo problemas y vendió su compañía a Bill Marriot y eso quedó pendiente. Pero nosotros nos dimos cuenta que necesitábamos tener quién nos representara y publicitara en el mundo y encontramos que Summit tenía una compañía y hemos tenido con ellos un matrimonio. Ellos son los que nos promueven en el extranjero desde hace 3 años. | ¿Y es un acuerdo satisfactorio?
Sí, porque aunque no nos han dado un porcentaje importante, sí es un crecimiento muy importante. Cada año, tenemos un crecimiento de 50-60% por ciento con relación al año anterior. Y segundo, tenemos un convenio en el que ellos no podrán tener ningún otro predio en México si estamos nosotros. Somos exclusivos para todo México.
Usted ha viajado mucho en su vida. ¿Hay algún hotel que le haya marcado la vida por esa peculiaridad que lo definía?
Quiero hacer un paréntesis. Usted ha dicho anteriormente, "mi cadena de hoteles". Quiero precisar que primero, no es mi cadena porque yo en todas las ciudades tengo socios. A mí me gusta que la gente de la localidad sienta que es su hotel, su propiedad y ellos mismos hacen un buen ambiente. Nosotros no decimos que somos una cadena de hoteles sino una colección de hoteles porque cada uno es diferente.
Con relación a su pregunta, he tenido espléndidas experiencias. Curiosamente, cuando voy a algún hotel, no me registro como hotelero sino como estudiante porque voy a aprender. Y la verdad es que siempre se aprende. Creo que hay hoteles muy sofisticados ya sea en una u otra cosa, con magníficas experiencias. Incluso he estado en hoteles grandes con espléndidos servicios. Tengo que viajar. Antes lo hacía por placer, ahora lo hago por disciplina para poder seguir aprendiendo. El mundo de la hotelería es muy dinámico y quien no camina al ritmo de cómo van las cosas, tarde o temprano se va a quedar atrás y no solamente va a perder su inversión sino a sus clientes, que son lo más importante.
Desde esa óptica de estudiante, ávido por seguir aprendiendo. Cuando usted viajó por Asia, ¿qué fue lo que más le impactó de la cultura oriental y qué fue lo que hizo propio de su idiosincracia?
Creo que sin darnos cuenta, nosotros somos herederos de la cultura occidental. En mi opinión, la cultura occidental se ha empeñado a un liberalismo económico a ultranza donde se respeta mucho el hacer dinero, el éxito, y hemos perdido una parte importante de nosotros mismos que puede ser la espiritualidad. A veces nos hacemos preguntas queriendo ganar el mundo haciendo dinero y acabamos siendo ricos de panteón porque cuando queremos disfrutarlo ya no tenemos salud o ya nos morimos de un infarto. Yo pienso que debe haber un justo equilibrio y en el oriente me pareció que la espiritualidad, el pensamiento de la gente, su profundidad, (por decir, he estado muchas veces en la India) es importante. Podría parecer a la vista de cualquier turista que va por encima de las olas, un país de miseria y de pobreza. Pero si se mete a analizar con profundidad el pensamiento hindú, le podría decir que es de lo más añejo y de lo más profundo que existe en el mundo. Si usted analiza, inclusive en cuestión de religiones, las grandes religiones del mundo, y que son vigentes hoy, todas son orientales, porque la primera religión occidental, casi no existe, y fueron los orfeónicos en Grecia, desapareció. En el aspecto cultural y espiritual, la grandeza y hegemonía del mundo es el pensamiento oriental.
El negocio inicial familiar estaba más relacionado con la industria de galletas. ¿Qué puede decirnos de este negocio y cómo a evolucionado hasta hoy?
Creo que México, a partir de su época independiente, había estado por hacerse. Mi padre creó un pequeño negocio de alimentos junto con sus hermanos y cuando yo entré a trabajar difícilmente eran 38 trabajadores. Cuando yo dejé la empresa, que aún conservamos, y me vine aquí a Quinta Real, eran un poco más de 2,600 empleados. Crecimos porque en México hay tan poca competencia que el que quiera hacer un trabajo profesional le va bien. Nos cambiamos porque hubo un tiempo en el que el gobierno mexicano pensó que el sistema para que este país creciera era el socialismo con ciertos tintes de comunismo a la mexicana y los empresarios no éramos bien vistos y a todo lo que producíamos, productos alimenticios, el gobierno les puso precios oficiales y ya no podíamos crecer. Yo creo que el empresario mexicano ha sido un mal empresario, y estoy haciendo una autocrítica. Dice un refrán en México, "Que amor no te quite conocimiento". Le diré cómo no hemos trabajado bien. A mí me tocó ir a Europa en el año de 48, yo estaba muy joven, y venía impresionado particularmente de algunos países porque todo estaba destruido. Se destruyó tanto que decía, "¡Qué barbaridad!", Europa estaba en proceso de reconstrucción. Pero en ese tiempo todo se compraba y ahí México tuvo la oportunidad de crear una vocación de exportador y crear artículos de calidad y no, el empresario que exportaba cosas las exportó de mala calidad. El confeccionista, el del calzado, lo que fuera. Cuando el mundo tuvo empezó a escoger proveedores, México ya no exportó y cerramos el mercado y protegimos al empresario. El resultado con visión de 50 años, es que México, su ingreso per capita en el año 50 era de 850 USD, por habitante, hoy es de 2,800. Corea, en aquel entonces 450 USD, hoy tiene más de 15,000. Singapur tenía 900 USD y hoy tiene más de 20,000. Los mexicanos tenemos que reconocer que hay alguien que ha hecho mejor las cosas que nosotros en el mundo. Usted que es español, cuando fui por primera vez a España sentía que había dejado Europa, que había entrado a otro continente. Desde las vías ferroviarias angostas, pobreza, limitaciones, malas carreteras, los coches viejísimos, y ustedes han hecho un esfuerzo en 50 años digno de respeto. De nuevo, están comprando todo en México. Entonces, hay que reconocer que la carrera en la vida no es a cómo vas corriendo tú, sino cómo van corriendo los demás. Si tu vas corriendo a 10 y otro va a veinte, estás perdiendo la mitad de la carrera.
¿Qué nuevos hábitos y valores espera que se generen a partir del proceso de transicion aterciopelada que vive Mexico?
Yo soy un optimista, si no, no estaría trabajando. México es un país de oportunidades. Simplemente, qué dieran muchos países del mundo por tener una frontera de más de 2000km con el país más rico del mundo que le compra todo. Porque Estados Unidos compra hasta las peores estupideces. Yo sí creo que hoy que estamos por iniciar una democracia que no teníamos, teníamos una dictadura de partido. También hay que reconocer que sirvió. Después del desastre de la revolución, el partido puso orden. Tuvimos estabilidad para la reconstrucción. Pero el sistema no evolucionó, envejeció. Y lo importante en la vida no es hacerse grande. Los seres de cualquier naturaleza que sobreviven, no son los más fuertes ni los más preparados, son los que saben evolucionar. El sistema se quedó atrás. Y esa es la razón por la que hoy hay un cambio, del cual soy muy optimista. Hago votos porque este país aproveche esta oportunidad de la democracia y que entremos a un periodo de progreso y de bienestar porque lo que más ha exportado México en este siglo han sido mexicanos que no han tenido la oportunidad de un trabajo digno. Hay un día de "Los Ausentes" que festeja a todos los familiares que se han ido de los pueblos a buscar trabajo a los Estados Unidos y que nunca más regresaron. Algunos murieron, pero la mayoría encontró mejores espacios de oportunidad para sobrevivir. Una de las razones por la que las crisis no han sido tan fuertes es por la gran cantidad de mexicanos que mandan dinero de los Estados Unidos. Tengo fe en el futuro México y en la gran preparación y el cambio que está haciendo la juventud mexicana. Nosotros ya no pudimos hacer el cambio pero por lo menos pudimos dejarles el cambio de gobierno.
Anteriormente, usted me confesó que hubiera deseado ser arquitecto. ¿De qué se siente más satisfecho en la vida?
Yo tengo dos cosas de las que me siento muy satisfecho: los padres que tuve que me enseñaron el valor de la vida, lo difícil que es (me dijeron que para lo fácil no vas a ocupar maestro, lo vas a aprender solo); y de lo que me siento muy orgulloso es de mi familia.
¿Cuál es el valor humano que aprendió de sus padres y que no sólo ha aplicado con éxito en lo personal sino también en los negocios?
Creo que son cosas muy sencillas. Yo todavía no he encontrado algo que no pueda hacer. En la vida de los negocios, si tiene disciplina, orden, si se propone un tiempo, un método y está dispuesto a pagar un precio por el esfuerzo y sacrificio que eso significa, va a llegar. Ellos me enseñaron la honestidad, la palabra empeñada, el compromiso; que el mañana no cuenta, es hoy. Me decían, "¿Cuándo va a estar esto?". Yo contestaba, "Lo más pronto". Y replicaban, "No, no me estás contestando, contéstame el viernes y a qué horas". Recuerdo cosas tan simples. No me podía ir a dormir si no guardaba mi ropa, sacaba la que me iba a poner el día siguiente, boleaba mis zapatos, preparaba mi mochila, me revisaban mi tarea. Todo era fácil, o difícil. Para quien no tenga disciplina, es complejo. Para mí, hacer las cosas fue parte de una forma de vida. Voy a los hoteles y no me molesta levantar un papel tirado, me molesta más verlo tirado. No me tiro a una vida regalada porque amo tanto mi trabajo que no lo siento como trabajo. A veces me habla mi mujer para preguntarme si voy a ir a comer y no sé ni qué hora es. |
| © World INvestment NEws, 2000. This is the electronic edition of the special country report on Mexico published in Far Eastern Economic Review (Dow Jones Group). December 21st, 2000 Issue. Developed by AgenciaE.Tv |
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