El segmento de concesiones está impulsando el desarrollo de varias provincias en el país. El mejoramiento del sistema vial del país ha permitido mejoras en la productividad de diferentes sectores y el traslado de productos y personas en menor tiempo, junto con ahorros en recursos para todo el país. El resultado ha sido un aumento del trafico turístico y el transporte nocturno por el buen estado de las carreteras.

Existe una mejor visión del estado a nivel de la inversión privada, y las concesiones alivian el peso de la gestión económica al Estado, trasladándole la inversión a los entes privados que asumen el reto con mucho esfuerzo y patriotismo.

¿Cómo puede usted asegurar que las concesiones se otorgan con total transparencia?

Los contratos existentes hasta el momento han sido generados por administraciones anteriores, producto de convenios de asesoramiento internacionales con fondos provenientes especialmente del Banco Interamericano de Desarrollo, los cuales han sido un soporte técnico para lanzar las primeras concesiones.

El proceso estuvo respaldado por esta institución y consideramos que son totalmente transparente: la manera de realizarlo, su forma del contrato e incluso los seguimientos periódicos por parte del Banco Interamericano para ampliar y fortalecer este proceso.

¿Cuáles son los desafíos de la política del gobierno para desarrollar nuevas concesiones?

Los procesos de concesión generados por la administración anterior han tenido problemas por falta de proyección económica, falta de seguridad jurídica por parte del gobierno, y no se han definido expectativas a largo plazo que puedan garantizar la inversión extranjera en el Ecuador.

El gobierno actual está dando grandes visas de seguridad jurídica, y se respetarán todos los contratos existentes en todas las cláusulas firmados en gobiernos anteriores.

Con los proyectos del Ministerio de Turismo para desarrollar la infraestructura del país, ¿cuáles son sus proyectos de cooperación junto con otros organismos del estado?

El sector vial permite acceder a sitios donde antes no se podía acceder o no se conocía. El país cuenta con una red de 8600 kilómetros de vías asfaltadas y las nuevas vías recorren sectores que antes no lo hacían.

Por ejemplo la Troncal del Pacifico E 15 es una vía que ya está terminada y recorre alrededor de 700 kilómetros de playas donde se puede establecer una zona turística impresionante. A nivel nacional, contamos con alrededor de 30 destinos turísticos de playas que requieren de inversión privada.

Estamos relacionándonos con el Ministerio de Turismo con el fin de llevar a cabo un nuevo proyecto llamado El Paraíso del Sol, donde se podrá establecer unas 10 mil plazas hoteleras con una generación de empleo muy alta. Nuestra relación con los grupos étnicos nativos nos permiten también apoyar un eco-turismo dedicado a ese fin.

Pero hay oposición de comunidades locales para el desarrollo de nuevas carreteras, ¿no?

Las vías ya existen, en comparación al proyecto mexicano donde tanto carreteras como aeropuertos debían ser creados. En Ecuador ya tenemos la infraestructura y ahora nos toca desarrollarla, y hay una apertura total del gobierno para crear incentivos fiscales para poder realizar este tipo de obras.

¿Cuáles otros proyectos tienen para los próximos años?

Este año el Ministerio de Obras Públicas tiene un plan de 23 concesiones cuyo objetivo es garantizar que las vías se mantengan en buen estado, implicando pequeñas inversiones por parte del sector privado para la rehabilitación emergente y el mantenimiento en corto y mediano plazo. Dentro de estos proyectos se encuentra la vía Santo Domingo-Esmeraldas, la vía Quevedo-Portoviejo-Manta, la vía Cuenca-Pasaje Machala, la vía Ambato Baños y la autopista Biblián-Azoguez-Cuenca, entre otros.

El proyecto central es la compleción de la Vía del Pacifico, una carretera moderna que sigue la costa ecuatoriana, recorriendo lugares de arqueología, preincaica, ecoturismo, agroturismo, turismo de aventura y caminatas - al lado de las playas más hermosas del país. Adicionalmente se encuentra en proceso de revisión el estudio del Puente sobre el Río Esmeraldas, se espera que para el segundo semestre contar con las bases para la licitación de la concesión del Puente sobre el río Chone que une San Vicente con Bahía de Caráquez.

Mientras tanto hay una falta de carreteras en el Oriente, por su situación aislada en la Amazonía. ¿Cuales son los planes para 2004 en esta zona del país?

Los proyectos elegidos por la Subsecretaría de Concesiones tienen que asegurar un retorno económico; deben ser factibles para que la empresa privada los tome a cargo.

El sector vial E-45 denominada Troncal Amazónica es una vía que por el momento no tiene el tráfico suficiente para pasar al sistema de concesión; sin embargo es objetivo del gobierno que con recursos fiscales se la pueda construir, ya que es una forma de redistribución, de justicia, a nivel de las provincias. Este proyecto para el año 2003 está orientado a completar toda la red vial de la parte norte de la región oriental, es decir las provincias de Napo, Orellana y Sucumbios. En definitiva el proyecto del gobierno nacional implica que durante los cuatro años, todas las regiones del país tendrán una igualdad de infraestructura, un mismo potencial de productividad.

¿Cuál sería uno de los mejores ejemplos del éxito de la subsecretaria de concesiones en los últimos años?

El mayor éxito ha sido garantizar vías en buen estado. El problema del país es que durante muchos años se ha invertido mucho dinero en obras que duraban poco tiempo, las inversiones no se completaban o se realizaba obras de rehabilitación emergente, sin pensar en una inversión definitiva.

Se esta demostrando a nivel internacional que una vía que recibe mantenimiento periódico tiene una mayor duración y por lo tanto, los nuevos esquemas de concesiones se van identificando con estos parámetros de mantenimiento.

Los proyectos de concesiones se han diseñado de forma distinta a los anteriores, con proyectos a mediano y corto plazo. Esto implica una serie de inversiones de menor cuantía, con menores riesgos, con mayor certidumbre de inversión y con una mayor facilidad para que pequeñas y medianas empresas puedan participar en las concesiones. El resultado ha sido un programa para que el país adquiera experiencia y pueda proyectarse a un nivel internacional.

¿Cuál ha sido su trayectoria profesional para llegar al cargo de Subsecretario de Concesiones del Ministerio, y cuáles son sus metas principales?

Mi reto es generar un gran abanico de empresas que tengan capacidad para producir por el país y para salir a competir a nivel internacional. La única manera de llegar a este punto es adquiriendo experiencia en su país de origen, y estamos dando el soporte técnico y oportunidades a todas las empresas ecuatorianas.

Mi trayectoria profesional es muy diversa: me gradué en la Escuela Politécnica Nacional, obteniendo el Record Académico único en toda la historia de la Facultad de Ingeniería Civil. Adquirí experiencia en lo que son las vías, construcción, mantenimiento, concesiones en el Reino de España, específicamente en Cataluña; he trabajado para proyectos de grandes concesionarias españolas en donde adquirí el aporte tecnológico y desde esa época ha sido mi reto trasladar este modelo con sus debidas modificaciones al país.

Es importante señalar que el objetivo general en un país como el nuestro, donde existe una limitación de recursos, es hacer que las concesiones sean un mecanismo de redistribución de riqueza. Con recursos privados nosotros mantenemos y rehabilitamos las vías, para darle al país un nivel de competitividad mundial. De esta manera, los recursos que anteriormente se destinaban para el mantenimiento de las vías se trasladan hacia otro segmento donde sabemos que las vías no son rentables, mejorando los nivel de vida de esas zonas y los niveles de eficiencia del país.