DE ECUADOR
AL MUNDO |
En enero del 2000 el gobierno de Jamil Mahuad
decreta la dolarización de la economía,
presionado por la alta inflación y la fuga
de capitales. En su decisión también
influyó la posición de los sectores
productivos que pedían la medida ya que
consideraban la única forma de poder planificar
a mediano y largo plazo.
Mahuad aceptó el reto y dictó la
dolarización. Dos semanas después
una revuelta indígena y militar, en la
que participó el actual presidente Lucio
Gutiérrez, lo destituyó, pero la
dolarización siguió.
A más de tres años de haber puesto
a circular el dólar estadounidense como
moneda, los analistas dicen que el país
ha hecho solo el 20 por ciento de tareas que necesitaba
para soportar el nuevo modelo monetario y los
empresarios -que antes pedían la dolarización-
ahora se quejan de la poca competitividad que
tienen sus productos debido al alto costo del
proceso de producción.
La industria ecuatoriana creció durante
años bajo la sombra de un estado protector
que devaluaba cada vez que los mercados se cerraban
a los productos ecuatorianos. Este proteccionismo
hizo que muchas empresas dejen de modernizarse
y no renueven sus procesos productivos.
La industria ecuatoriana era poco dinámica
y demasiado obsoleta, por lo que partió
en desventaja cuando arrancó la dolarización.
Esto se demuestra cuando muchas empresas se han
visto obligadas a cerrar o a trasladarse a Perú
y Colombia para asegurar su margen de ganancia
al producir en monedas débiles y vender
en dólares en el mercado ecuatoriano.
"Ecuador dejó de ser un país
productos para convertirse en un país comprador",
sostuvo el respetado analista económico
local Walter Spurrier, quien se ampara en los
datos de la balanza comercial, que ha sido deficiente
desde que Ecuador dolarizó su economía.
Pero el tener al dólar como moneda no ha
sido malo del todo para las empresas que se renovaron
tecnológicamente y que mantuvieron procesos
constantes de capacitación de su personal.
Estas pocas empresas mantienen sus cuarteles generales
en el país y buscan expandirse al resto
de la región.
La dolarización les permitió tener
las reglas del juego claras y planificar a corto
y mediano plazo, así se lanzaron a competir
con bajos costos, lo que les permitió dominar
el mercado local y lanzarse a la conquista de
Perú y Colombia, principales socios comerciales
de Ecuador en la región.
"Si no trabajamos para aumentar la competitividad,
veremos con tristeza el cierre de varias empresas
exportadoras", sentenció César
Galarza Garcés, gerente General de AYMESA
/ AEKIA S.A.
Para Galarza, el principal error de los empresarios
ecuatorianos es el estar acostumbrados a manejar
las compañías pensando en el sucre,
moneda que circuló antes de la dolarización.
"Ahora debemos enfrentar la presencia del
dólar como lideres empresariales y gerentes
innovadores para seguir adelante", recomiendó.
Galarza recuerda que además de la dolarización
de la economía, Aymesa soportó en
1999 una separación de General Motors,
empresa estadounidense que decidió centralizar
sus operaciones con una sola planta de ensamblaje.
Al dejar de ensamblar la línea de General
Motors, Aymesa buscó alianzas con otras
empresas, ofreciendo sus instalaciones que permiten
ensamblar 10.000 vehículos por año.
Su campaña dio frutos y al momento ensambla
en el país la línea Koreana KIA
y los 4 X 4 rusos Niva, gracias a convenios con
Kia Motors y Autovaz. Al momento su producción
es de 3.200 vehículos por año.
"Hay mucha oportunidad para el crecimiento
de la empresa, especialmente con la llegada de
acuerdos de libre comercio regional o pan-americano.
Nuestras instalaciones son muy buenas y recientemente
re-adecuadas", reveló.
Antes de que entre en vigencia el ALCA (Acuerdo
de Libre Comercio para las Américas, que
se piensa estará listo a inicios del 2005)
Aymesa
enfila su estrategia a vender en los mercados
de los países andinos vehículos
ensamblados en el Ecuador.
"Vamos a manejar también las operaciones
de KIA en Colombia y estamos también proponiendo
manejar KIA Venezuela", puntualizó.
Otra empresa que esta conquistando mercados andinos
es Marathon Sports, cadena de tiendas de venta
de ropa y artículos deportivos que representa
a algunas franquicias estadounidenses.
El principal de Marathon Sports señaló
que después de la crisis de 1999 la empresa
deportiva pudo "triunfar y salir adelante".
"Ahora se oye mas de negocios de salir del
Ecuador hacia el mundo. Por el momento se esta
empezando a exportar al Perú con visión
a subir" dice el Gerente.
Algo parecido sucede con la empresa textil Pinto,
fabricante de ropa de algodón, que exporta
a Alemania la ropa que produce en su planta en
el valle indígena de Otavalo al norte de
Ecuador y que ofrece vender franquicias de su
marca para los mercados peruanos y chilenoJorge
Donoso Morán, gerente general de Flopecs.
Para (Flota Petrolera Ecuatoriana) el secreto
para mantenerse a flote en la dolarización
es "buscar la eficiencia, bajando los costos,
tomando una serie de medidas de control en mantenimiento,
reparación y entrenamiento ".
Donoso
Morán señala que esta empresa
estatal es una de las cuatro principales del país
pese a no recibir el dinero del presupuesto general.
Además es una de las principales aportadoras
por el pago de impuesto y sus dineros mantienen
parte de las operaciones de la armada ecuatoriana.
"En resumen, tenemos un sistema integrado
que contempla la seguridad, calidad y la protección
al medio ambiente", sostuvo el gerente de
Flopec, empresa que nació hace 30 años.
Pese a la dolarización y a la queja de
otros empresarios de que el modelo no permite
competir, estas empresas han demostrado que con
eficiencia administrativa, modernas instalaciones
y capital constante se puede sobrevivir en el
mercado y se puede pensar en expandir el negocio
hacia otros países, no solo en el continente
americano sino en otros lados del mundo, como
Aymesa
que negocia con productores de India y China para
ensamblar sus modelos en Ecuador y venderlos en
esta parte del planeta.
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La estrategia es también enfocar las exportaciones
en productos nacionales que sean únicos.
El por ejemplo, las rosas del Ecuador son las
más hermosas del mundo por la altitud del
valle de Quito y la luz fuerte del sol ecuatoriano.
Tienen tallos largos, botones muy grandes y colores
intensas. Pero en el contexto de la dollarización,
varios costos como el transporte y la mano de
obra ha subido, entonces empresas como Diamond
Roses tuvieron que reducir sus costos y diversificar
sus exportaciones.
"La estrategia es mantener un control extremo
en los costos sin dejar de gastar e invertir en
los elementos que son necesarios e indispensables"
dice John
Terán, Presidente de
Diamond Roses, que representa una empresa
exitosa de rosas que se adaptó al mercado
dolarizado. También tuvó que abrir
nuevos mercados como Rusia. "Para ampliar
el mercado en Estados Unidos hay que encontrar
los canales de distribución adecuados para
poder llegar al consumidor final" dice Terán,
que regularment viaja a Estados Unidos y Rusia
para desarrollar nuevos socios para las ventas
internacionales de sus rosas.
"La globalización actualmente obliga
al Ecuador de ser más atractivo, tanto
para el inversionista nacional como para el extranjero,
partiendo de que tenemos una economía dolarizada"
subraya Gustavo Romero de Romero
Arteta Ponce Attorneys at Law.
EMPRESARIOS
APRENDIERON DE LA CRISIS |
Inflación, devaluación, inseguridad
jurídica, inestabilidad política,
dolarización y poco apoyo del gobierno;
éstas son las palabras que han acompañado
a los empresarios ecuatorianos en los últimos
años y que en muchos casos les han servido
de excusa para justificar su poca productividad.
Lejos de deprimirse y abandonar sus negocios,
muchos empresarios han optado por modernizarse
y aprender de las lecciones que les dejó
la crisis que sacudió a Ecuador a finales
de la década de los años 90, cuando
se cerraron las líneas de crédito
y se desplomó la mitad del sistema financiero
local.
"Fue un aprendizaje muy duro", recuerda
Roberto González, banquero español
y Vicepresidente Ejecutivo del Banco del Pacífico,
uno de los mayores en tamaño del Ecuador,
que cree que la principal lección que tuvo
este sector en el país fue la de "mantener
niveles altos de liquidez, que permiten aguantar
cierta presión financiera".
Los 22 bancos que sobrevivieron a la crisis, de
los 44 que operaban antes de 1999, ahora disfrutan
de "márgenes interesantes de ganancia"
inexistentes ya en otras economías y que,
según González, no están
libres de "una serie de riesgos en un país
muy cambiante, con un dólar naciente, reformas
económicas pendientes y cosas por hacer".
El alto costo del dinero, con tasas de interés
que se aproximan al 20 por ciento, contrajo el
negocio bancario y frenó a la industria
local que no tiene acceso a créditos flexibles
para financiar su actividad.
Pese a que el gobierno ecuatoriano tiene tareas
pendientes como lograr créditos blandos
para la industria, el banquero español
asegura que "Ecuador es un país que
vale la pena", ya que presenta oportunidades
de negocios en sectores como el turístico,
petrolero, de telecomunicaciones y energía.
"Es un diamante en bruto", señala
en la sala de reuniones del edifico matriz del
banco, ubicado en pleno centro de Guayaquil, ciudad
que es el motor de la economía ecuatoriana.
El analista económico Walter Spurrier considera
que las tareas pendientes del gobierno son dos,
"en lo fiscal abrir el sector petrolero para
captar nuevas inversiones y en competitividad,
aplicar una política tendiente a reducir
costos y aprovechar las ventajas de la dolarización".
Hasta el momento Spurrier considera que el gobierno
ha hecho esfuerzos notables para equilibrar sus
finanzas y lograr un ahorro fiscal, "pero
eso es solo el principio, faltan reformas económicas".
En esto coincide Alberto Dassum, presidente de
la Cámara de Industrias del Guayas, quien
asegura que el país busca mantenerse dentro
de lo pactado con el Fondo Monetario Internacional,
lo que es "una señal alentadora".
Spurrier considera que el sector industrial podrá
superar la crisis si desde el Estado se da una
flexibilización laboral y se rebaja el
costo de las tarifas de los servicio públicos,
mientras tanto los más débiles,
obsoletos y poco productivos sucumbirán,
lo que ampliará el campo de acción
de las industrias que tengan mecanismos modernos
de producción, tecnología y dinámica
para entender los cambios del mercado.
Pero mientras las reformas oficiales llegan, el
sector privado sigue su camino "invirtiendo,
trabajando y creando para crecer", como asegura
el exportador camaronero Xavier Andrade, de la
empresa Exporklore.
Andrade asegura que su sector es uno de los que
más aprendió de la crisis ya que
a los problemas económicos internos se
sumó el aparecimiento de nuevos jugadores
en el mercado internacional y la disminución
de la producción debido al virus de la
mancha blanca, que mata al camarón.
Andrade dice que en su actividad no hay secretos,
ya que para ser competitivos han tenido que "disminuir
costos, mejorar la genética y aplicar nuevas
tecnologías de cultivo". Además
tuvieron que estar listos para entender la dinámica
del mercado e incursionar en diversos campos del
negocio para lograr nuevos clientes.
Este exportador recuerda que cuando se saturó
el mercado de camarón pelado, los empresarios
ecuatorianos pasaron a vender "camarón
apanado bajo las normas internacionales",
producto que ahora abasteced a cadenas norteamericanas
y japoneses.
Al tener líneas de crédito cerradas,
exportaciones retenidas a causa de la enfermedad
del camarón y necesidad de mantener mercados
nuevos, los camaroneros ecuatorianos apostaron
por la tecnología para mejorar la producción.
"En tecnología tenemos una ventaja
de dos a tres años respecto a los competidores",
sostiene Andrade que para reforzar su tesis explica
un sistema de crianza de camarón en invernadero
que multiplica por diez la producción de
las empresas.
Ahora el sector espera la participación
de inversionistas privados que estén dispuestos
para aportar en el desarrollo de esta técnica
y mantener al país como uno de los principales
productores de camarón del mundo.
Dassum cree que la mejor forma de atraer inversionistas
es mediante la promoción de sectores con
potencial de crecimiento como el pesquero, eléctrico
y manufacturero. Además se debe destacar
la ventaja de que con la dolarización desaparece
el riesgo de la desvalorización de activos.
"Ecuador le da al inversionista extranjero
estabilidad en su moneda, el dólar que
invierte hoy día es el dólar que
mañana tiene en su patrimonio, tenemos
talvez un costo de mano de obra mas alto que otros
países pero le damos estabilidad al inversionista",
sostuvo.
Para este empresario textil, el país debe
dejar a un lado la excusa de que el sistema monetario
de dolarización es una camisa de fuerza
para el sector productivo y que dificulta las
tareas de exportadores y comerciantes.
"Tenemos que aprender a vivir con la dolarización
(...) Antes de la dolarización existían
mecanismos que resolvían de una forma artificial
algunos problemas estructurales que tenía
la economía ecuatoriana, estos problemas
estructurales tienen que ser considerados con
mucha seriedad por parte de los regímenes
políticos para poder encontrar soluciones
que conduzcan a una estabilidad económica,
cambiaria", sostuvo Dassum.
Joaquín Zevallos, presidente de la Cámara
de Comercio de Guayaquil, entidad que agrupa a
40.00 afiliados, cree que tras la crisis, la dolarización
le ha dado estabilidad al país y ha generado
oportunidades al inversionista para colocar su
dinero en moneda fuerte "sin sufrir el castigo
de la inflación y peor el costo de reposición".
Este empresario cree que el sector empresarial
ha dado un paso importante en buscar la apertura
para el ingreso de inversionistas. Ahora le toca
avanzar un poco y definir el rol que tendrá
el sector productivo, lo que para Zevallos es
"lo importante".
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